monitorACT | Edición 16

19.12.22


ACT

Editorial

Esta 16ª edición de MonitorACT parece repetitiva a primera vista, ya que el nombre de una empresa multinacional, que además es la mayor contaminadora plástica del mundo, aparece en tres de los cuatro artículos y solo escapó de uno de los análisis porque el autor decidió abordar patrocinio de bebidas alcohólicas y tabaco en la Copa del Mundo. ¿Has adivinado cuál es la empresa? Clique acá para descobrir. 

Si has pensado en Coca Cola, diste en la diana. 

El caso es que, al hacer la agenda de esta última edición, nos dimos cuenta de forma clara, y por tanto asombrosa, de lo mucho que los grandes fabricantes de productos ultraprocesados ​​están inmersos en los principales acontecimientos mundiales y, en cierto modo, en nuestra vida. Con razón nos estamos enfermando física y mentalmente, corremos el riesgo de ver al planeta devastado por todo tipo de destrucción y de ver surgir otras pandemias.

En el artículo que abre este MonitorACT, Bruna Kulik Hassan pregunta si acaso hará falta una lupa para encontrar la nueva lupa en las etiquetas de los alimentos. Ella se sirve de la ironía para explicar cómo los fabricantes de bebidas azucaradas se están demorando en dejar claro a los consumidores que sus productos tienen un alto contenido de azúcar, sodio y grasas saturadas. Al mismo tiempo que intentan postergar la norma aprobada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria tras intensos debates, las empresas invierten en los llamados programas de reciclaje con el objetivo de lavar su imagen en el ámbito ambiental. 

Luego, Marília Albiero y Laura Cury viajaron por las estaciones del metro de São Paulo para escribir sobre los derechos de nombre, actualizando un texto de hace un año. Lo que vieron fue que, si los trenes no son más cómodos, más puntuales y atienden mejor a los pasajeros, al menos la comercialización de ultraprocesados ​​y medicamentos es mucho más efectiva: hay varias estaciones que han ganado marcas de productos y la Propaganda se desboca por todas partes.

En el tercer artículo, Laura Cury analiza la Conferencia del Clima, que tuvo lugar en noviembre, en Egipto, con un patrocinio que conmocionó al mundo: Coca-Cola. Ella otra vez. La inversión de la empresa, cuyos productos están asociados al auge de las enfermedades crónicas no transmisibles y la contaminación del planeta, dio lugar a  una de las mejores críticas, hecha por un activista nigeriano: si quieres combatir la malaria, no puedes invitar a los mosquitos.

No menos problemáticos son los patrocinios de la Copa del Mundo, que sirvieron de punto de partida a Mariana Pinho para analizar las inversiones multimillonarias de las empresas que fabrican productos nocivos en los eventos deportivos y sus omnipresentes estrategias de promoción. Para deconstruir este marketing y los problemas que genera, necesitamos políticas públicas de probada eficacia.

Por eso, a partir de 2023, queremos que las corporaciones asuman compromisos reales con la sostenibilidad y la salud: paguen sus impuestos, obedezcan la ley y no apelen al cabildeo para evitar la regulación.

Buena lectura

Anna Monteiro

Directora de Comunicación

 


 

¿Hará falta una lupa para hallar la nueva lupa en las etiquetas de los alimentos?

Bruna Kulik Hassan

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria instituyó, mediante resolución del consejo colegiado nro. 429 e Instrucción Normativa N° 75, la inclusión de información en el anverso de los envases de alimentos, en forma de una lupa, advirtiendo acerca del alto contenido de azúcar, sodio o grasas saturadas añadidas. Si tienen cantidades de estos ingredientes por encima del límite estipulado por Anvisa, el paquete puede contener una, dos o tres lupas, indicando "alto en" un artículo determinado. La norma excluye alimentos in natura y mínimamente procesados ​​o ingredientes culinarios -como el azúcar y la harina- e incluye productos procesados ​​y ultraprocesados, entre ellos bebidas azucaradas, jaleas, dulces, helados y galletas.

 

Fuente: Site da ANVISA

También se previeron cambios en el etiquetado nutricional de los alimentos. Un cambio importante es la mejora de la tabla nutricional, que se encuentra en la parte posterior del paquete y detalla el contenido nutricional de los alimentos. Además del cambio de formato, con un tamaño de letra mínimo, fondo blanco y letras negras, la tabla incluirá la cantidad de nutrientes obligatorios en 100 gramos. Todo un avance, porque facilita la comparación de cantidades con cualquier tipo de alimento. Anteriormente, la información se presentaba por porción de alimento, lo que podía engañar al consumidor en porciones muy pequeñas, que no corresponden al consumo real, o dificultar la comprensión de cuántas porciones habría que calcular. En cuanto al contenido, ganamos más información con la inclusión obligatoria de datos sobre el azúcar, que antes era opcional.

 

Fuente: Página de ANVISA

Aunque el nuevo etiquetado nutricional y frontal entró en vigor el 9 de octubre, las etiquetas con lupa siguen siendo difíciles de encontrar en los estantes de los supermercados. Esto tiene una razón: los alimentos que se produjeron hasta el 8 de octubre se pueden comercializar sin las nuevas reglas, según las cuales los productos que ya están en el mercado se pueden vender siguiendo la regla anterior, con un año más para la adaptación.

El plazo establecido por Anvisa es largo, ya que se suma al año de adaptación más dos años de vacatio legis para la implementación de la norma, promulgada el 8 de octubre de 2020. Alimentos producidos por pequeños productores y bebidas contenidas en envases retornables. Hay una justificación para un período más largo cuando pensamos en la sostenibilidad y la dificultad de adaptación. Sin embargo, sabemos que empresas que hacen parte de conglomerados internacionales cambian sus etiquetas para cualquier evento promocional con enorme facilidad. Para las bebidas no alcohólicas envasadas en envases retornables, la adecuación de los productos tiene un plazo de 36 meses a partir de la entrada en vigor de la resolución. Es decir, recién en 2025 todos estos productos deberán seguir el nuevo etiquetado.

Quien piense que pocos envases retornables se verían afectados por la norma se equivoca. Casualidad o no, algunas empresas ya han ido cambiando de las botellas de PET (fabricadas con Tereftalato de polietileno, PET, por sus iniciales en inglés) convencionales a un sistema de PET retornable, en base a compromisos con la economía circular. En el caso de Coca-Cola Brasil, actualmente existen envases retornables de vidrio de 290ml, 1000ml y 1250ml y envases PET retornables de 1000ml, 1500ml y 2000ml.

 

Legenda: "Puedes cambiar una Botella Virtual por una botella Retornable. ¡Contribuye para un mundo más sostenible y ahorra dinero al mismo tiempo!"

Fuente: Pagina de Coca-Cola Brasil

Coca-Cola Company anunció en 2018 la meta de enviar todas las botellas y latas vendidas a recolección y reciclaje hasta el 2030, como parte de la iniciativa “Mundo sin Residuos”. En 2020, la compañía se convirtió en una de las firmantes del pacto mundial por la economía circular, junto con otras empresas globales, comprometiéndose a repensar su gestión de residuos. Según la propia compañía, “las metas incluyen la expansión de productos reciclables para todos los envases, la incorporación de al menos un 25% de material reciclado en los envases PET de la compañía para el 2025 y lograr el correcto destino del 100% de los envases colocados en la mercado para el 2030”.

Fuente: Página de Coca-Cola Brasil

Tal como lo anunció el CEO de The Coca-Cola Company, James Quincey, los envases retornables son parte de las estrategias de la marca para reducir los precios de sus bebidas, ya que los consumidores reciben algo de dinero por las botellas y latas devueltas. Además, el consumidor paga más la botella en la primera compra, pero a partir de la segunda solo paga la bebida, lo que reduce el precio del producto adquirido. Coca-Cola comenzó a utilizar las “botellas universales”, que son botellas de PET que pueden llenarse con todos los productos de la marca, como Coca, Fanta, Guaraná y, más recientemente, los jugos de naranja y uva Del Valle, sus productos estrella. Para la creación de botellas universales, Coca-Cola Brasil invirtió alrededor de R$ 100 millones. Según un informe de Meio e Mensagem, la Gerente Senior de Comunicaciones del Cono Sur, Daniela Valverde, utiliza el lema de la marca de ser “bueno para el bolsillo, bueno para el planeta” como mote de comunicación.

Siendo relativamente rápida en cambiar su empaque para reforzar su imagen de compromiso con la sustentabilidad, la marca también podría ser ágil en cambiar sus etiquetas, ya que mostraría preocupación por el derecho a la información de sus consumidores.

La empresa, sin embargo, no da muestras de compromiso con la información, ni siquiera con la salud. Argentina promulgó recientemente la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable (Ley 27.642) que incluye rotulados frontales con advertencias en forma de octógonos negros con borde blanco, en mayúsculas blancas con la palabra “EXCESO”, utilizando puntos de corte por nutrientes del sistema de perfiles nutricionales de la Organización Panamericana de la Salud. Coca-Cola actuó en desacuerdo a la regla recientemente implementada al incluir los octágonos en la parte posterior del paquete, donde su marca se muestra en un tamaño más pequeño en comparación con el frente del paquete. Como la norma responsabiliza a toda la cadena productiva, este acto impacta no solo a Coca-Cola: también se sanciona a los comerciantes si colocan estas bebidas en el anaquel por el frente del empaque, que quedó sin alertas, pues están obligados a mostrar las alertas en los expositores.

En el caso de Argentina, Coca-Cola hizo aún más: con la llegada de la Copa del Mundo, incluyó una pelota con diseño de octágono en una edición especial de su etiqueta frontal y fabricó empaques con figuritas de los jugadores mundialistas, realizando una acción promocional mediante la entrega de botellas retornables en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, nuevamente contrario a la norma, que limita cualquier acción promocional para productos que presenten octágonos.

Lo que nos queda, por ahora, es esperar, monitorear y exponer qué harán empresas como Coca-Cola para que sus etiquetas no tengan la lupa en este extenso período de adaptación del nuevo etiquetado de alimentos brasileño.

 

Fuente:Página Sanar Nutrition

 

 


 

Próxima Estación: [Nombre de su empresa] - Parte II

Laura Cury

Marília Albiero

En junio del año pasado publicamos un artículo titulado Próxima Estación: [Nombre de su empresa], que abordaba el tema de los naming rights (derechos de nombre) y el caso de la estación de metro de Botafogo, en Río de Janeiro, que había cambiado desde 2021 su identidad llamándose Botafogo-Coca-Cola. El barrio tradicional de Río ahora tiene una estación que lleva el nombre de una bebida asociada con la obesidad y la diabetes, que contribuye a varias otras enfermedades y es el mayor contaminador plástico del mundo. Recientemente, el contrato de Coca-Cola terminó y el nombre volvió a la Estación de Botafogo.

Ya en el título de ese primer artículo avisábamos que este sería solo un primer paso, y que vendrían otros ejemplos -o mejor dicho, otras temporadas-. Nos preguntamos: “¿Cuál será la próxima parada? Imagínense a la emblemática estación Presidente Vargas cambiando su nombre a estación Souza Cruz o BAT (...). ¿O en un ejemplo distópico de São Paulo, una estación Cambuci-Ambev o Pinheiros-Monsanto?” Pues eso fue precisamente lo que ocurrió.

Aún a finales de 2021, una estación de la línea roja, en la Zona Este de la ciudad de São Paulo, fue la primera en ser renombrada gracias a un acuerdo de 'naming rights' firmado por el Metro de São Paulo. Pasó a llamarse "Carrão-Assaí Atacadista" (Assaí es una gran red mayorista). El cambio incluye avisos sonoros en los trenes, informando a los pasajeros del nuevo nombre, el cambio de mapas en toda la red, e incluso el tótem en los accesos a la estación, que ahora incluye el nombre y el logotipo del mayorista.

La estación fue elegida por Assaí por su identificación con la región. Según un vocero de la empresa, la concesión apunta a honrar la Zona Este y reforzar el origen de la cadena de supermercados mayoristas.

 

Los derechos de nombre en el metro de São Paulo no terminaron ahí. A principios de 2022, le tocó a la estación Saúde, de la Línea Azul, ser nombrada “Saúde-Ultrafarma”. Al igual que con Carrão-Assaí, la elección de la estación cuyo nombre fue dado a Ultrafarma se debe a su proximidad a la primera unidad de farmacia de la cadena, instalada en la región del barrio de 'Saúde' hace 22 años. Y seguramente porque es oportuno vincular el nombre de la cadena de farmacias a “Salud”. 

¿Y cuál es el problema de vincular la salud precisamente (no solo al barrio, sino al concepto) a una red de mayoristas, farmacias y un refresco? Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. La asociación del bien colectivo y público con productos ultraprocesados, nocivos para la salud, y con medicamentos que, aún siendo imprescindibles solamente remedian una situación ya establecida, el metro no está aportando nada a la prevención y promoción de la salud y el bienestar de la población.

Según el Metro, la concesión de los nombres de las estaciones ayudaría a aumentar los ingresos no tarifarios, que incluyen la explotación comercial y publicitaria de las estaciones, además del arrendamiento de áreas e inmuebles. Si bien no se perciben beneficios para la población, la estrategia ha tenido nuevas adhesiones y se ha convertido en parte integral del conjunto de herramientas políticas del urbanismo neoliberal.

Los problemas no se restringen a la perspectiva teórica o “filosófica” sobre la práctica de los derechos de denominación que, como hemos visto, no siempre vinculan valores encaminados a mejorar la condición de la población, o incluso la propiedad misma. Este proceso de mercantilización también implica problemas prácticos, ya que muchas veces no se siguen una serie de recomendaciones de buenas prácticas, como la obligación de ofertar, la equidad de trato entre los posibles interesados ​​y la transparencia en los criterios de selección.

Y las opciones abundan. En la capital paulista, además de Carrão y Saúde, también se están negociando los derechos de explotación de publicidad y branding en las estaciones de metro Penha y Anhangabaú (Línea Roja) y Brigadeiro y Consolação (Línea Verde). Sin embargo, sería más interesante -y efectivo- que el gobierno promoviera una tributación selectiva adecuada de los productos que dañan la salud de las personas y el medio ambiente. Esto recaudaría los recursos necesarios para ser reinvertidos en áreas estratégicas, como la salud y el transporte público, por ejemplo. Con la Reforma Tributaria, que debería volver a escena a partir de 2023, esta podría ser una opción mucho más consciente y sostenible, en todos los sentidos.

Además de los derechos de nombre, hemos visto aún más publicidad, con vagones de tren cubiertos con anuncios ostensivos de fideos ramen, cerveza y otros productos no saludables.

Que podamos, literal y metafóricamente, recorrer nuevos caminos en 2023 y promover verdaderamente la salud y el bienestar de la población.

 


 

COP 27: Personas, no contaminadoras

Laura Cury

Hace un año escribimos sobre la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático en dos artículos de MonitorACT y volvimos, nuevamente, a discutir la presión ejercida por las grandes industrias en la COP27 y los conflictos de intereses involucrados.

Phillip Jakpor, activista climático nigeriano de Public Participation Africa, resumió la contradicción latente en la presencia generalizada de cabilderos de la industria de los combustibles fósiles en el evento de este año cuando dijo: "Si quieres luchar contra la malaria, no puedes invitar a los mosquitos". Jakpor usó una metáfora relacionada con una enfermedad infectocontagiosa, categoría que históricamente siempre ha recibido más atención y recursos que su contraparte, las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT), que si bien son la principal causa de muerte prematura en el mundo, representan menos del 10 % del presupuesto sanitario mundial. Aún en la metáfora propuesta, vale imaginar que, al igual que las enfermedades infecto-contagiosas, las ECNT también tienen un vector, que no es, como en el caso de la malaria, un mosquito, sino empresas que producen y venden productos no saludables a las personas y al medio ambiente. ambiente. Estamos hablando de las industrias del tabaco, ultraprocesados, bebidas alcohólicas, pesticidas y combustibles fósiles.

Y, para la COP27, muchos de estos vectores fueron invitados. El número de agentes en la industria del petróleo, el carbón y el gas saltó de 503 el año pasado a 636 este año, según un informe elaborado por la organización Global Witness, en colaboración con Corporate Accountability y Corporate Europe Observatory. En comparación con todas las delegaciones presentes en la conferencia, el equipo de 636 cabilderos fue superado solo por la delegación de los Emiratos Árabes Unidos, que tenía 1.070 miembros, 70 de los cuales fueron identificados como representantes de corporaciones. Según el informe, del total de delegaciones nacionales, 29 tenían cabilderos entre sus integrantes. Este número superó las delegaciones de los 10 países más afectados por el cambio climático combinados: Myanmar, Haití, Filipinas, Mozambique, Bahamas, Bangladesh, Pakistán, Tailandia, Nepal y Puerto Rico. El lobby de los fósiles también tuvo el doble de representantes que los pueblos indígenas, identificados como los mayores preservadores de los bosques y las vegetaciones nativas.

Organizaciones de la sociedad civil y activistas cuestionaron la presencia de cabilderos. Carteles, intervenciones urbanas y acciones en las redes, con el hashtag #PeopleNotPolluters (Personas NoContaminadores), marcaron las manifestaciones. Para Global Witness y las organizaciones asociadas, la participación de los cabilderos de la industria de los combustibles fósiles en las COP debería estar prohibida, “de forma similar a la restricción impuesta a los cabilderos de la industria tabacalera en las agendas de salud pública”.

Manifestações também questionaram o fato de o grupo de patrocinadores da COP27 ter nomes como Coca-Cola, IBM, Microsoft, Vodafone, EgyptAir e Boston Consulting Group. Vale a pergunta feita pela Época Negócios: “o que os patrocinadores da conferência do clima estão fazendo pelo meio ambiente?”  Infelizmente, conforme apontam as evidências, muito menos que o. 

Las manifestaciones también cuestionaron el hecho de que el grupo de patrocinadores de la COP27 incluyera nombres como Coca-Cola, IBM, Microsoft, Vodafone, EgyptAir y Boston Consulting Group. Vale la pena hacer la pregunta de la revista semanal Época Negócios: “¿qué están haciendo los patrocinadores de la conferencia climática por el medio ambiente?” Lamentablemente, como señala la evidencia, mucho menos de lo necesario.

De esa manera, varias organizaciones y movimientos de la sociedad civil y universitarios brasileños e internacionales, coordinados por la iniciativa de ACT Promoción de la Salud y GT A2030, repudiaron el patrocinio del evento del Sistema Coca-Cola, formado por 200 marcas contaminantes, lo que representa obstáculos para el cumplimiento de la Ley de París. Acuerdo, la propia COP27 e incluso los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este manifiesto fue enviado a la asesoría del nuevo gobierno electo que asumirá en enero de 2023.

Las prácticas y modelos de negocio de las industrias que fabrican productos nocivos para la salud de las personas y el planeta, como las bebidas azucaradas, tienen un impacto directo en el cumplimiento del ODS 3 (salud y bienestar). Cabe destacar que parte de sus cadenas productivas están involucradas en violaciones de derechos humanos, imposibilitando el logro de los ODS 1 (erradicación de la pobreza), 2 (hambre cero y agricultura sostenible), 8 (trabajo decente y crecimiento económico), 10 (reducción de desigualdades) y 16 (paz, justicia e instituciones eficaces). También generan residuos contaminantes durante la siembra, elaboración y disposición de productos, impactando en los ODS 6 (agua potable y saneamiento), 12 (producción y consumo responsable), 13 (acción contra el cambio climático global), 14 (vida en el agua) y 15 ( vida terrestre). Coca-Cola, en concreto, produce 200.000 botellas de plástico por minuto a partir de combustibles fósiles. Cada hora se arrojan al medio ambiente 12 millones de botellas de plástico, producto que tarda una media de 450 años en descomponerse.

También cabe señalar que las empresas que fabrican y comercializan productos innecesarios, nocivos para la salud de las personas y el medio ambiente, afectan con mayor intensidad a las poblaciones más vulnerables quienes, además de perder su salud, comprometen sus ingresos en la compra de dichos productos... Son ellos quienes sufren las principales consecuencias de los impactos negativos que genera la producción, comercialización y consumo de estos productos.

Las grandes empresas, como Coca Cola, a pesar de publicitar las llamadas “prácticas ESG”, en realidad poco contribuyen a la promoción del desarrollo sostenible. El patrocinio de Coca Cola a la COP27 se entiende, por tanto, como inaceptable y constituye otra estrategia de marketing “comprometida”, también conocida como greenwashing o SDGwashing.

En este sentido, el ejemplo del programa Coca-Cola Mundo Sin Residuos es emblemático: de los aproximadamente 330.000 residuos recogidos en 2021 por Break Free From Plastic, un movimiento con más de 11.000 organizaciones en 50 países, casi 20.000 fueron de Coca-Cola productos, considerados por ellos como el mayor contaminador plástico del mundo. Este deshonroso primer puesto se obtuvo “pese a los compromisos voluntarios, iniciados en 2018, de recoger una botella por cada una de las vendidas”. El informe Talking Trash destaca que Coca-Cola había prometido que sus botellas se fabricarían con un 25% de plástico reciclado aún en la década de 1990, pero no ha cumplido ese objetivo hasta el día de hoy. En el primer trimestre de 2022, Coca-Cola obtuvo una utilidad neta de US$2,780 millones a expensas de impactos inconmensurables en el medio ambiente y la salud de las personas, y el plástico producido sigue siendo una de las principales fuentes de contaminación, no solo por el tiempo que tarda en descomponerse, sino porque su producción y quema generan emisiones de gases de efecto invernadero.

 En el manifiesto al que nos referimos es: la lógica es perversa y no podemos sucumbir a ella. Coca-Cola se lucra con la enfermedad de las personas, los animales y los biomas y no puede seguir vendiendo una imagen de ser social y ambientalmente responsable, y menos con el sello de aprobación de la ONU y los gobiernos de todo el mundo. Por tanto, urge la transparencia y la adopción de medidas para proteger la salud de la población y la naturaleza, en línea con la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Es imperativo que las políticas se formulen e implementen sin interferencia de las empresas y con amplia participación de la sociedad y las poblaciones afectadas. Solo así será posible cambiar prácticas que impiden el avance del desarrollo sostenible y la contención de la urgencia climática”, completa el texto.

 


 

Fútbol no se discute, pero políticas públicas, sí.

Mariana Pinho

Es muy probable que ya tengas bloqueada tu agenda para los partidos de Brasil en la Copa 2022. Los brasileños son así: apasionados de que la pelota rodando por el césped, y cuando balancea la red del gol, ni se habla… Que el fútbol no se discute todos estamos de acuerdo. Pero cuando se trata del mayor campeonato de fútbol del mundo, los brasileños se unen y se reúnen para festajar juntos. El corazón les late cada vez más rápido, más aún con el sexto campeonato esperándonos. Los nacidos después de 2002 aún no han experimentado la emoción de gritar “La copa es nuestra”.

Desde el quinto campeonato brasileño, las políticas públicas globales para combatir las enfermedades crónicas no transmisibles han salvado cientos de miles de vidas. Vale recordar que proponen restricciones publicitarias de productos nocivos para la salud, la economía y el medio ambiente: tabaco, alcohol, bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. Un verdadero espectáculo. Aún así, las grandes corporaciones no se cansan de entrar a la cancha y enfrentarlas.

Gracias a la amplia evidencia científica acumulada a lo largo de los años, todos sabemos que fumar y beber alcohol es malo para nuestra salud. La combinación entre ellos es aún más fatal. Y por tanto, no hacen juego con la práctica de actividad física y deportiva.

Las empresas tabacaleras y cerveceras, sin olvidar a las de refrescos y productos ultraprocesados, patrocinan eventos deportivos como una gran estrategia para promocionar sus productos. Utilizan estos espacios para llegar a las personas, especialmente a los jóvenes, con sus mensajes de marketing. Se alejan de la imagen que tienen sus productos y se asocian a mensajes de salud, alegría y victoria. Sus lemas se extendieron más allá del estadio de fútbol y hasta nuestros hogares a través de transmisiones de televisión e Internet. Así, las marcas se difunden y perpetúan. Y en el metaverso, las puntuaciones en vivo se convirtieron en NFT, estrategia de promoción de uno de los patrocinadores del campeonato.

En Qatar, sede de la Copa del Mundo de 2022, los fanáticos no podrán comprar y consumir productos de tabaco y cigarrillos electrónicos en los estadios de fútbol. Esta medida está totalmente de acuerdo con las recomendaciones de la OMS para megaeventos libres de tabaco. En reconocimiento de las graves consecuencias de la exposición y el consumo de productos de tabaco y cigarrillos electrónicos, la FIFA adoptó en 2017 una política restrictiva para que sus eventos sean libres de tabaco.

La misma entidad, sin embargo, parece ignorar los daños que provoca el consumo de alcohol. Incluso en Qatar, un país con reglas estrictas para el consumo público de bebidas alcohólicas, la FIFA garantizó la venta de bebidas alcohólicas en el FIFA Fan Festival y en los lugares autorizados. Pero las cervezas sin alcohol se podrán encontrar en los estadios.

Esto no es por casualidad. Entre los principales patrocinadores del Mundial 2022 se encuentra Budweiser, marca de cerveza que tendrá exclusividad en el Fan Festival del país, que invirtió US$75 millones para estar presente. Como si eso no fuera suficiente, AB InBev organizará Fan Festivals en otras seis ciudades del mundo, incluidas Río de Janeiro y São Paulo. Son cervezas para cada rincón del mundo.

 

De esa manera, las promociones y concursos llegan a otros países y las empresas asocian sus marcas con ídolos, como es el caso de la campaña de la cerveza que tiene a Neymar, jugador de la selección brasileña, como afiche. La estrategia de marketing crea un grave riesgo: animar a más personas a probar el alcohol, especialmente a los jóvenes.

legenda: Compite por las entradas

 

La flexibilización de las medidas regulatorias durante los eventos deportivos no es exclusiva de Qatar. En los Juegos Olímpicos de 2016, algunos municipios sede de las competencias adaptaron la legislación local, que en ocasiones restringía la venta y consumo de bebidas alcohólicas en los estadios, para satisfacer las demandas de la industria cervecera. En 2003, la ley federal brasileña que regulaba la publicidad de cigarrillos en eventos deportivos fue enmendada para que el Gran Premio de Fórmula 1, que tendría lugar en Brasil, tuviera comercialización de estos productos, y la regla estuvo vigente hasta 2005. Recientemente, incluso con restricciones a la publicidad en México, McLaren promocionó ilegalmente en sus autos la marca Vuse, un cigarrillo electrónico de la compañía British American Tobacco.

En los países donde no existen restricciones sobre publicidad y patrocinio, las empresas tabacaleras y de cigarrillos electrónicos patrocinan equipos de fútbol como el Paris Saint-German y equipos más pequeños.

 

El consumo de alcohol en Brasil viene aumentando entre los jóvenes. Su uso nocivo tiene un gran peso en la carga de enfermedades, además de una carga social y económica para la sociedad. En Brasil, los datos de Covitel para 2022 revelan que hubo un aumento del 20,6% en el abuso de alcohol, lo que equivale a cinco o más tragos en la misma ocasión. Vigitel señaló, un año antes, que el uso nocivo de bebidas alcohólicas entre la población general es del 18% (2021), sin embargo, entre los brasileños entre 25 y 34 años, es del 25,5%. Pensa (2019) señala que el 63,3% de los estudiantes de 13 a 17 años ya ha tomado alguna dosis de bebida alcohólica, y de estos jóvenes, la mitad confirmó episodios de embriaguez y el 35% había probado alcohol antes de los 14 años.

La OMS guía a los gobiernos con una serie de propuestas de política técnica para intervenciones económicas, lanzadas en 2018, para reducir el consumo de alcohol, resumidas en el acrónimo SAFER (Strengthen, Advance, Facilitate, Enforce, Raise. Fortalecer, Avanzar, Facilitar, Hacer cumplir, Levantar). Estos incluyen la aplicación de prohibiciones o restricciones integrales a la publicidad, patrocinio y promoción de bebidas alcohólicas. Estos son aspectos de la nueva campaña de la OPS, “Vive Mejor, Recciona”, que propone que los tomadores de decisiones, influenciadores y población en general se comprometan a promover políticas públicas capaces de controlar y regular el consumo de alcohol. A pesar de que Brasil ha avanzado en las políticas relacionadas con la conducción en estado de ebriedad (entonces, ¿cuál es el punto de vincular la F1 con el consumo de alcohol?), la legislación aún tiene muchos vacíos en la promoción de acciones comunitarias y en la política de precios e impuestos, por ejemplo. Como predica la nueva campaña de la OPS, es necesario “reaccionar” a las enormes presiones de la industria del alcohol.

¿Cuántas vidas aún se perderán antes de que la FIFA reconozca el daño causado por las bebidas alcohólicas? ¿Cuántos jóvenes comenzarán a consumir bebidas alcohólicas hasta que la Federación defina sus políticas de eventos sin alcohol?

El corazón de los aficionados necesita salud para soportar las fuertes emociones que provoca un buen partido. La garganta del aficionado necesita estar sana para gritar el gol de la victoria. El aficionado necesita un fuerte abrazo tras una dolorosa derrota. Sería un gol contra tener tabaco y licor ocupando ese lugar.

 


Ficha Técnica

Revisión y edición: Anna Monteiro

Arte: Ronieri Gomes

Equipo de seguimiento

Anna Monteiro

Bruna Hassan

Denise Simões

Fabiana Fregona

Laura Cury

Mariana Pinho

Marília Albiero

Sarah Fernandes

Victoria Rabetim

Vitória Moraes

 

 

 

 

 

 

 




VOLTAR



Campanhas



Faça parte

REDE PROMOÇÃO DA SAÚDE

Um dos objetivos da ACT é consolidar uma rede formada por representantes da sociedade civil interessados em políticas públicas de promoção da saúde a fim de multiplicar a causa.


CADASTRE-SE